No sabes cuanto esperaba por ver Líbranos del Mal en el cine y la verdad es que la espera fue larga, ardua y finalmente no recibí lo que esperaba… Pobre de mi.
Pero bueno, el punto es que la más reciente película de Scott Derrickson (quien dirigirá Doctor Strange para Marvel), no es tan mala pero tiene un grave problema con el ritmo de la trama. Avanza a trompicones y a veces se siente como observar a un caracol arrastrarse sobre su baba.
Según esto la película está basada en las historias reales de Ralph Sarchie, un policía veterano del cuerpo de policía de Nueva York que tras retirarse se convirtió en demonologo (sic). Dejando de lado la polémica que provoca pensar si su historia es real o no, vemos que Eric Bana lo interpreta, su trabajo como actor es muy bueno y aquí lo muestra.
Pero bueno, la historia se centra en un grupo de soldados que encuentran una cueva en Irak y que allí son víctimas de una posesión demoniaca. Un conjunto de hechos, que al parecer son inconexos, llevan a Sarchie a encontrar que los demonios no son sólo cuentos de vieja chimolera y tendrá que aliarse a un exorcista para detenerlos y evitar que sigan poseyendo a más personas.
En sí la trama no esta mala, el problema es que al adaptar el libro de Sarchie (Beware the Night) posiblemente todo se lo tomaron literal y no hubo libertar creativa alguna. De haber sido así podrían haberse dado cuenta que la trama se cae cual borracho en una cañada en el momento en el que introducen al sacerdote (Edgar Ramirez) y dejan de lado al compañero del sargento (Joel McHale). De hecho los primeros 20 minutos son impecables con la dinámica entre Bana y McHale…
Al entrar Ramirez a escena (no es que sea un mal actor, pero el papel es introducido de una manera abrupta) todo parece reducirse en velocidad a 1/250 de lo que venía siendo. Lo peor es que buscan pretextos para deshacerse de Joel McHale y todo termina por volverse muy tedioso.
Las escenas en las que sale Bana con su familia en la película, que en realidad deberían de alentar la trama, son bien manejadas y de hecho es allí donde se encuentra la parte terrorífica del asunto y el núcleo emocional del personaje… pero el ‘che padrecito con problemas existenciales le da en la torre a eso.
Por cierto… la música de Líbranos del Mal es muy buena y de hecho medio salva a la cinta de ser completamente aburrida.
En lo personal hubiera cortado unos 20-25 minutos de escenas para darle agilidad a Líbranos del Mal. Inclusive podría haberse hecho una versión distinta del guion en la cual viéramos desde un principio a Ramirez en acción y así no se sentiría tan extraña su introducción a la historia en momentos posteriores. Inclusive y para salvar la cinta podrían haber agregado más metraje…
El punto es que Líbranos del Mal se siente como una película muy lenta y que no termina de cuajar dentro del género de terror o del thriller, está en un punto intermedio bastante incomodo, como una gelatina que no supo que hacer con su vida. No puedo recomendar este film como para que vayas a gastar al cine, sin embargo le daré otra oportunidad cuando salga en formato casero… igual y viéndola con la familia la cosa cambia… o yendo al cine con la novia también 😉
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