No sé ni como comenzar esta reseña de Mad Max: Furia en el Camino. Es una película tan épica y espectacular que las palabras no bastarán para describir el paseo que te espera. ¿La mejor película del verano? Indiscutiblemente así es. Los Avengers pueden comenzar a llorar porque hay un verdadero rey en el camino y su nombre es Mad Max.
La maestría tras la cámara se muestra en cada cuadro de la película, George Miller es un maestro al contar este tipo de historias y aquí demuestra que no sólo tiene la experiencia sino tambie la genialidad. Además lo que más me gusto del asunto es que Mad Max es sólo una especie de facilitador mientras que Furiosa es la verdadera heroína del filme. Claro que ambos se complementan pero es claro que es una historia sobre ella.
El diseño de la producción es magnífico y los efectos visuales están tan bien integrados con el resto de las imágenes que pareciera ser todo real. Así es como se usan las secuencias creadas por computadora. De hecho siento que Mad Max: Furia en el Camino tiene que ser una película de estudio para todos aquellos que quieren hacer cine. Así se cuenta una historia que además de todo tiene que ser un blockbuster. Hay que quitar todas las cosas derivativas y hacer algo directo del corazón.
Esta es la película que el cineasta quería hacer y no la que el estudio pagó. Y vaya que rinde frutos, pues la narrativa es frenética pero a la vez clara, violenta pero con tintes románticos. Logra reunir los opuestos y hacer que trabajen en conjunto para establecer un universo digno de visitarse.
La historia ubica a Max (Tom Hardy) con serios traumas emocionales por la pérdida de su familia. Además de que lo persiguen un montón de locos que lo atrapan y lo usan como «bolsa de sangre.» Es allí que a través de una serie de peripecias conoce a Furiosa (Charlize Theron) que tiene una misión para redimir su vida y es básicamente salvar a las mujeres que pueden dar hijos saludables.
Esto es porque el mundo se ha llenado de seres grotescos; medios humanos con vidas destinadas a la esclavitud y la ignorancia. No había vista una película que dejara ver tan bien las miserias del pueblo y expuestas de una manera tan cruda pero que a la vez es artística. Todos viven gobernados bajo el yugo de Immortan Joe (Hugh Keays-Byrne), un cacique que se ha adueñado de todos los recursos naturales y que tiene a la población en general sumida en un estado increíble de barbarie.
El hecho de que Max y Furiosa se crucen establece entre ellos un fuerte vínculo, pues ambos están buscando la redención. Principalmente Max que intenta obtener consuelo por la perdida de su familia y quien se culpa por ello. Es tal el dolor que él carga en su corazón que se volvió loco. Pero es una locura distinta a la que el resto de la población experimenta, esta bien podría definirse como una locura por amor.
Furiosa, por otra parte también es culpable, pero de perpetrar el abuso de Immortan sobre el pueblo y en particular con sus cinco esposas. Esto es algo que le pesa profundamente porque se ha traicionado hasta las raíces por bastante tiempo y decide que no más. Creo que sobra decir que esta mezcla entre Furiosa y Max es mucho más que explosiva.
Hay que destacar también la participación de Nicholas Hoult como Nux, un personaje que también busca su redención de cierta forma muy particular. De hecho a mi parecer es el personaje más importante de la película, aunque no sea el principal, porque es el mítico esclavo que se da cuenta de la mentira en la que ha estado viviendo y decide liberarse.
Lo que más me gustó de Mad Max: Furia en el Camino fue que todo cuadra de una manera perfecta, hay cierta lógica detrás de tanta locura y eso es lo que hace que el universo plasmado por Miller sea genial. Desde la forma en la que Max se comporta, hasta el desarrollo que tiene esa sociedad, la búsqueda de la verdad… Todo está increíblemente bien hecho.
No me puedo cansar de recomendarte Mad Max: Furia en el Camino. Esta es la cinta que definirá como hacer un blockbuster de ahora en adelante. No es sólo el espectáculo, sino todo el esfuerzo y dedicación que hay detrás para contar una historia digna de ser apreciada por la audiencia.