Cuando un proyecto tarda tanto en materializarse como esta nueva versión de ESO, lo más seguro es que verá una serie de cambios a lo largo del mismo. Esa es la definición del infierno del desarrollo… simplemente no despega.
Ahora sabemos que Cary Fukunaga, quien se supone dirigiría este remake, ha abandonado la nave. ¿El motivo? Lo que señalan las fuentes (The Wrap), es el recorte de presupuesto por parte de New Line, lo que haría que Fukunaga tenga que cambiar de locación para filmar. Es decir, como sale carísimo filmar en Nueva York, querían mover la historia a otro lado y el director no quiso.
Así de sencillo, integridad artística. Además de que el mismo Fukunaga había escrito el guion, y cambiar la idea de último minuto como que no está muy cool. Así que New Line tiene dos opciones: cancelar el proyecto que mínimo garantizaba dos películas, o conseguir a un nuevo director que retome todo, haga sus anotaciones, cambie el guion, y se vuelva a retrasar la filmación.
Algo me dice que pronto sabremos quien dirigirá.