Ser un marinero en el siglo XIX seguramente implicaba uno de los más grandes sacrificios personales, pues, tenían que dejar a sus familias y embarcarse en viajes que durarían bastante tiempo y que posiblemente les acarrearían la muerte. Pero no estaban faltos de aventura.
En el Corazón del Mar es una historia de marineros y sus peripecias por conseguir aceite de ballena, uno de los artículos de primera necesidad en las ciudades para mantener la iluminación por las noches (básicamente), y de como se encontraron con el infierno al hacerlo.
La historia se enfoca en la narración que hace Thomas Nickerson (Brendan Gleeson), uno de los tripulantes del ballenero Essex, muy a regañadientes para Herman Melville (autor de Moby Dick interpretado por Ben Whishaw), y su aventura en el fatídico viaje que lo dejó marcado de por vida.
Es con esta mecánica que conocemos a Owen Chase (Chris Hemsworth), un experimentado primer oficial quien, por falta de alcurnia, le es negado ser Capitán del barco, honor que le dejan al hijo del dueño, un junior cualquiera, George Pollard (Benjamin Walker). Ya con eso se crea una tensión clara entre los personajes y una aguda crítica social que es vigente hasta estos días.
Me encantó que mostraran como uno es un buen líder y el otro es un capataz, sin experiencia y que pone en riesgo a su tripulación. Pero el viaje cambiará la naturaleza de ambos de una manera profunda y poderosa, porque los misterios del mar les son dados como un bofetón en medio de la noche.
La narrativa que Ron Howard, el director, adopta a través de Brendan Gleeson es fenomenal, porque se siente lo difícil que es para su personaje expresar lo que sucedió realmente en esa travesía. Es algo que lo dejó traumado a un nivel profundo y que no lo deja vivir de manera pacífica, es un tormento con el que tiene que vivir.
El mensaje de En el Corazón del Mar y que hace que la película sea sumamente poderosa es acerca del perdón, pero no hacia terceros, sino hacia uno mismo. El pasado es, muchas veces, un lastre, un saco de ladrillos, y venirlo cargando siempre te puede partir la espalda. ¿Para qué estar atrapado en recuerdos y memorias? Esa es una de las analogías con la ballena en este film.
Hay que aprender a dejar ir y aceptar que, sin importar que tan malo haya sido tu pasado, hoy tienes la capacidad de transformar tu realidad. En el presente, no en el futuro, ahora mismo. Ese es un mensaje impactante que viene con esta cinta y es fantástico.
Me gustó mucho la película y hay que notar las actuaciones que son de primer nivel. Chris Hemsworth, que muchas veces puede parecer un actor de una sola nota, emplea aquí todo su rango para dar a entender el drama de la historia y su personaje. Ron Howard cuenta la historia como sólo un maestro sabe hacerlo y el resto de los actores funcionan a la perfección.
En definitiva En el Corazón del Mar es una de las mejores películas del año y no puedes perdértela. La recomiendo completamente, pues la historia, los efectos visuales, la dirección y las actuaciones son de primer nivel y dan mucho más de lo que se podría esperar.
