Alan Rickman, reconocido actor y muy buen director ha dejado esta existencia mortal para transformarse en energía a los 69 años de edad. Es claro que mucho lo conocemos como Hans Gruber en Duro de Matar pero muchísimos más lo conocieron por su papel como Severus Snape en la saga de Harry Potter.
Su muerte se debió al cáncer que lo asediaba desde hace meses y la declaración oficial de su familia es que murió rodeado de amigos y familiares.
También tuvo una fuerte presencia en el teatro de Londres y aunque ya no esté entre nosotros su legado es claro. De hecho como director hizo dos películas y la más reciente, En Los Jardines del Rey, es excelente. Altamente recomendable.
Su último proyecto fue Alicia A Través del Espejo, la secuela del popular filme que dirigió Tim Burton, en donde le presta su voz a la oruga que fuma. Aunque todavía lo veremos en Eye in the Sky, su última actuación en carne y hueso.
Él ya es una estrella más del firmamento y su recuerdo continuará gracias a todas las películas y obras que deja a través de su vida. Que descanse en paz.