El Cisne Negro.
Tuve la fortuna de ver hace algunas semanas este increíble filme dirigido por el Sr Darren Aronofsky y déjame te digo algo: Es una experiencia única.
Es de las pocas películas que logran ser sumamente originales. Darren captura la esencia completa de todo lo que es el mundo del ballet en este bello filme y lo hace sin pretensiones.
Pero capturar el mundo del Ballet en la cámara no es lo que hace de este filme una obra de arte. Son sus personajes. Y aquí voy a elogiar a Natalie Portman hasta cansarme. Portman hace el papel de su vida. Hace que me enamore de ella y que a la vez le tema. Conjuga los sentimientos de lo que es ser un verdadero artista.
Un verdadero artista vive al personaje, y esto es lo que Natalie logra transmitir aquí. Ya no estás viendo a Natalie Portman en pantalla, estás viendo a Nina Sayers, y a la vez estás viendo su transformación en la pantalla.
Esta cinta es acerca de la entrega, de los sueños, de la dualidad que hay en nosotros… Y todo queda plasmado de una forma mágica. Sientes en cada uno de tus poros todo lo que pasa le pasa a Nina en este filme. Te conviertes un poco en ella y entras en su mundo… en su forma de pensar.
Lo que más me gusto de esta película es el mundo onírico al que te transporta… Te sientes como en un sueño al ver esta historia.
Voy a admitirlo, tenía un poco de miedo en cuanto a la música, ya que Clint Mansell tiende a repetirse un poco en su estilo. Pero aquí lo varía de un modo asombroso, le entrega al espectador una atmósfera que hace que nos sumerjamos en el filme.
La fotografía es completamente lo que el filme necesita. Ni más ni menos. Encuentra la medida justa para darle un toque que pocos filmes pueden presumir de tener: Es Sutil.
Que puedo decir? Este filme es obligatorio que lo veas. Es de las pocas películas que se quedarán por mucho tiempo en tu mente y tu corazón.