Básicamente, Blade Runner 2049 es un «refubrished» de la primera parte. Es decir, un reempaquetado, como si hubieran agarrado el filme original para luego añadirle un mundo fantástico de efectos visuales y de sonido. Todo con la intención de conmemorar la importancia que ha tenido esta historia en particular para el genero de ciencia ficción. Y creo que por ese detalle, es la mejor película que ha hecho Denis Villeneuve, puesto que le permitió y obligo poner al limite sus habilidades cinematográficas y creativas.
Lo lamentable a nuestro parecer, es que contrario a lo que decían algunas reseñas sobre que esta estaba mejor que lo que hizo Ridley Scott con Blade Runner en los ochentas, esta película no supera en ningún sentido al filme original. Tal vez aquellos elogios se deban a lo asombroso que resulta presenciar todas esas bellas locaciones llenas de simetría y minimalismo, o tal vez el hecho de que el gran presupuesto que tuvo esta secuela permitió rehacer el mundo oscuro y lleno de neblina por el cual Harrison Ford recorría hace tres décadas para encontrar y cazar replicantes.
En si, creemos que no es superior puesto que la historia que crean ahora Hamton Fancher y Michael Green no es del todo original y trascendental. De hecho, al verla recordamos lo que ya han plasmado películas como Ghost in the Shell, Oblivion e incluso el remake de Total Recall. Ademas, pareciera ser que la esencia se pierde, pues trataron de retomar lo que sucede en la primera parte en cuanto a que los replicantes buscan ser como los humanos… Es fatal, puesto que ese mundo imaginario basado en la novela de Philip K. Dick tiene muchas otras cosas que abordar.
Hagan de cuenta que ver esta secuela es como ver por primera vez Star Wars: The Force Awakens. Sigue la misma trama de Star Wars: A New Hope pero integrando otros detalles y contándola de manera distinta. Eso es lo malo de querer hacer una segunda parte cuando no comprendes las razones por las cuales tendría que realmente contarse. Y es que en ese sentido, siento que, toda secuela tendría que estar basada en algo inconcluso que dejan las primeras partes.
Pero bueno, hablando sobre los aspectos positivos que realzan esta producción de Alcon Entertainment -ahora distribuida por Sony Pictures– es que algunos de los sets que se ven en pantalla, fueron hechos a la medida para tratar de no utilizar mucho del CGI -justo como en la película original. Las tomas y la iluminación de Roger Deakins parecen están inspiradas directamente por el primer filme y en lo que patenta de alguna manera Stanley Kubrick, buscando siempre los mejores ángulos y posicionamiento de los personajes para lograr una simetría perfecta entre lo que hay en escena y el sentimiento provocado.
La banda sonora compuesta ahora en por Hans Zimmer y Benjamin Wallfisch, es igual de futurista y oscura que la de Vangelis. Cada parte de la trama es soportada por ella y la ambientación que establece para que los sentimientos de frustración, ansiedad y cierta añoranza de Ryan Gosling salten mientras trata de descubrir el misterio detrás de la naturaleza replicante.
En fin, si eres amante de la ciencia ficción y de Blade Runner, esta película es imperdible sin importar que no sea lo mejor de lo mejor.