La Fase 1 del enorme plan cinematográfico de Marvel concluye al fin con “Capitán América: El Primer Vengador”, y es así como tenemos completa la historia que precede a “Los Vengadores” (“The Avengers” para los bilingües).
Esta película quizás fue la más difícil de adaptar de todas las que ya hemos visto, ya que al tratarse de un héroe nacido en los años 40, en época de guerra y con fines meramente patrióticos, ¿cómo iba a ser recibida por el público de todo el mundo si contenía la misma esencia que en sus inicios?
Mucha gente califica a la película como “100% americana” o “patriótica”, pero yo no estoy de acuerdo. Creo que la raíz de esos comentarios es la ambientación en los años 40s y en sí la historia alrededor de Steve Rogers (Capitán América).
Pero la película necesariamente requería cierto sentimiento de patriotismo. Todos sabemos que en la época Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos utilizó todo su esfuerzo por imponer un “amor a la patria” capaz de atraer a los jóvenes para dar su vida en la guerra.
El verdadero reto era hacer funcionar al Capitán América como un héroe de nacionalidad sin importancia, y creo que el director (John Johnston) y los guionistas lo lograron perfectamente. No me dejarán mentir: en ningún momento el Capitán habla de cuánto ama a su país y de cuánto desea servirle. Sabemos que esas son sus intenciones, pero no se esfuerza en recordárnoslas, ¿por qué? Porque queremos que, al final, Cap no tenga nacionalidad (aunque su traje diga lo contrario).
Por otro lado, el principio de la historia se me hizo bobo y demasiado simple, si ya la vieron entenderán por qué (espero), y aunque al final mejoró bastante, todos ya sabemos qué es lo que va a pasar, y solo estamos esperando a que pase.
Otro detalle es el hecho de que los alemanes no hablen en alemán. Le hubiera dado un toque más realista y hubiera mejorado mucho la película. Pero en fin, las actuaciones son buenas, aunque no creo que haya alguna especialmente sobresaliente, pero sí debo reconocer el gran acierto de escoger a Dominic Cooper como Howard Stark, el parecido es razonable y la interpretación me gustó.
Por último, debo agregar que cuando supe que Chris Evans había sido contratado como Capitán América (¿sabían que firmó un contrato por 10 años?) pensé que era un error fatal, ¡¿El Capitán América tendrá el rostro de la Antorcha Humana?! Ahora debo decir que en ningún momento pensé en Johnny Storm, y con eso estoy satisfecho.
En conclusión es una buena película, y mejor aún: una gran precuela de lo que de verdad queremos ver: ¡Los Vengadores (…juntos)!
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