Hace un par de años cuando se estrenó la original, nadie supuso que tendría mucho éxito. Pero para callar la boca de todos hoy estamos viendo Buenos Vecinos 2, cosa que parecía ser imposible.
Esto es porque es una película de comedia y son pocas las que realmente vale la pena ver y mucho menos que eso las que vale la pena que tengan una secuela. ¿Es necesaria una secuela de Buenos Vecinos? Me atrevo a decir que esa es una pregunta sin importancia, pues el hecho es que, necesaria o no, ya la hicieron.
Pero bueno, dejándome de tanta verborrea puedo decir que Buenos Vecinos 2 tiene una historia un poco más compleja (dentro de lo que cabe) con respecto a la cinta anterior. Por lo menos no es más de lo mismo con respecto a que se repitan los mismos beats dentro de la trama y eso ya es para destacarse.
En esta ocasión tenemos a Seth Rogen y Rose Byrne ya con una hija (que juega con un dildo en casi cada escena) quienes están por tener otra hija. Como el espacio les queda chico han vendido su casa pero con reservas, esto significa que los compradores tienen 30 días para checar que todo está bien con la casa y demás.
También vemos a Zac Efron, quien se ha quedado atrapado en la etapa universitaria y se queda sin hogar pues su mejor amigo (con quien vivía), Dave Franco, se ha declarado gay y se casará con su parejota. Por lo tanto necesitan la casa y ya no hay lugar para él.
Paralelamente Chloë Grace Moretz, seguida por Kiersey Clemons y Beanie Feldstein, han comenzado su primer año dentro de la Universidad y lo que quieren es parrandear, irse de fiesta. La mejor opción es unirse a una hermandad para mujeres, pero descubren que está muy chafa y deciden mejor formar la suya.
Si viste la cinta original, ya sabes para donde va este rollo. Resulta que la casa en la que vive actualmente Rogen y Byrne está a lado de otra que está en renta. Todo coincide y Chloë Grace Moretz y compañía deciden rentarla juntando todos sus ahorros y demás… Allí se conocen Efron y Moretz, haciendo una alianza para crear la mejor hermandad de todas y de paso vengarse de sus ex-vecinos, que como ya mencioné, quieren vender su casa.
¿Podrán hacer que las chicas se comporten por 30 días y así lograr vender su casa? Allí reside todo el meollo del asunto y eso se desenvuelve de manera muy divertida.
Hasta allí te cuento porque el resto vale la pena que los descubras tu. Lo que puedo decir es que los chistes y las bromas son igual de manchados que en la original pero menos frecuentes. En esta no hubo un momento en el que me riera tanto que hasta las tripas me dolieran. Pero la historia es entretenida y eso la salva.
Otro aspecto que me gustó es que se burlan mucho de todo el aspecto de lo «políticamente correcto.» Es de cierta forma una crítica porque ahora cualquier cosa que cualquiera diga puede estar ofendiendo a una minoría o a otra o a otra lo cual crea una especie de caos. ¿Será que nos hemos convertido en una sociedad muy delicada?
Dudo que haya una tercera parte de Buenos Vecinos, así que esta secuela es la oportunidad perfecta para cortar por lo sano. Es una muy buena comedia, pero realmente no hay nada notable… a excepción de la lluvia de tampones.
Pero bueno, si te gustan las comedias protagonizadas por Seth Rogen o viste la original y te quedaste con ganas de más, estoy seguro de que disfrutarás Buenos Vecinos 2. Si no es así… Igual y te diviertes, pero te convendría más verla en formato casero en vez de ir al cine.