Cincuenta Sombras de Grey, el libro, es el gasto más inutil de papel que posiblemente haya existido en tiempos recientes. La prosa es mala, la historia es casi inexistente y prácticamente es material masturbatorio para mujeres mayores.
Sin embargo, la película funciona a la perfección como exponente romántico e inclusive podría decir que como comedia. Esto obviamente no se debe a E. L. James, sino a la excelente dirección por parte de Sam Taylor-Johnson y el guion de Kelly Marcel. Quitaron toda la basura del libro, le añadieron toques humanos y obtuvieron una historia digna de contarse.
Admito que sólo leí el primer libro de Cincuenta Sombras de Grey, así que no se si en algún momento de las otras dos novelas las cosas mejoran para los personajes, pero aquí vemos la relación enfermiza y dañina de Anastasia Steele y Christian Grey.
Aquí hay que notar que la química en pantalla entre Dakota Johnson y Jamie Dornan es muy natural e inclusive bastante identificable. Pero bueno, tenemos en primer lugar a la chica estudiante que por azares del destino tiene que entrevistar a un hombre sumamente poderoso en todos los aspectos. Lo que aquí hicieron muy bien es dotar a Anastasia de una personalidad multitonal e inclusive hasta sádica, aunque muy a su manera.
Desde el primer encuentro con Christian Grey, un magnate de las telecomunicaciones, existe cierta chispa, aunque todos los avances los hará él mismo por intentar conquistar a Anastasia. La personalidad de este cuate es extremadamente dominante aunque se podría decir que también tiene su «corazoncito.»
El punto es que los dos personajes se complementan a la perfección, Christian, además de desvirgar a Anastasia, poco a poco la comienza a introducir al mundo del sadomasoquismo. Ella por su parte aplica algo similar, pues ella lo introduce al mundo femenino, siendo sádica con él pero a un nivel emocional… Christian ataca el físico de Anastasia y Anastasia las emociones de Christian… Una combinación ganadora.
Christian lo ve todo como una transacción legal, mientras que Anastasia tiene los ojos del romanticismo empedernido. El gran dilema de la trama es: ¿Aceptará Anastasia ser la esclava sexual de Christian? ¿Qué hará él para conseguirlo? Es en cierta forma una lucha entre ambos.
El chiste y para no hacer el cuento tan largo es que la película funciona bastante bien. Las escenas eróticas son de buen gusto, aunque bastante light si las comparamos con las escenas de Ninfomanía o La Vida de Adele. Estás son más para un público puritano, esto a pesar del sadomasoquismo. Lo que si hay que rescatar es que Dakota Johnson se ve confiada al mostrar su cuerpo, y es obvio el porqué.
Lo interesante es que el erotismo no es una parte tan fundamental dentro de la historia, se centraron más en desarrollar a los personajes principales y para lograrlo los hicieron bastante dañados a ambos. Estoy seguro que los dos tendrían que estar en terapia… Pero muchas personas también. El resto del elenco esencialmente está de ornamento.
Esta cinta está destinada a triunfar en taquilla sin importar todas las criticas, buenas o malas, que reciba. Tiene una base muy sólida de fans que la defenderán a capa y espada. Sólo que aquí, al contrario de otras sagas con temáticas similares, si está justificada la defensa. Lo peor del filme es el final, pero tampoco se pueden hacer milagros si tomamos en cuenta el material original.
Si vas a ver Cincuenta Sombras de Grey con tu pareja seguro que habrá más turbación de lo normal o inclusive algo más… Je. Lo que es un hecho es que será un suicidio intentar verla este 14 de Febrero. Esta es de esas películas que hay que ver para que luego no te cuenten.