Ya han pasado un par de años desde que vimos la última película de Christopher Nolan, su épica de ciencia ficción Interestelar, y vaya que me quedé con ganas de más.
Hace poco más de un año se anunció que Nolan ya tenía un nuevo proyecto y que sería una película sobre la Segunda Guerra Mundial basada en la Operación Dínamo, en donde los Ingleses, atrapados en Dunkerque, tuvieron que ser evacuados en un movimiento que duró 9 días y que salvó la vida de más de 300,000 soldados.
Como es de esperarse con el trabajo de este director, Dunkerque es casi una obra maestra. Puedo decir que no es su mejor película (me ha gustado más Interestelar o El Origen), pero si es una adición excelente a los grandes clásicos de cine bélico. Cada pequeño detalle dentro de la producción fue hermosamente creado y cuidado y el filmar con IMAX le dio una cualidad única que le da una escala épica a comparación de otras producciones.
Con Dunkerque seguimos tres historias, contadas a destiempo y que finalmente tienen puntos en común, que nos relatan la situación tan terrible que pasaron las tropas Inglesas y, de cierto modo, las Francesas en esa ocupación. Los Alemanes ya tenían todo sitiado y los constantes bombardeos hundían los barcos de rescate o simplemente destruían poco a poco la ciudad. Se siente la desesperación de los personajes y el agobio que viven, sin tener un sólo segundo de calma.
Por orden de Winston Churchill, se decretó requisar barcos y botes civiles para empezar la evacuación de Dunkerque. También seguimos la historia de un padre, su hijo y un amigo, cuando van en esa misión para salvar a la mayor cantidad de soldados posible. El drama se desarrolla en el barco y como una flor se abre poco a poco la historia de fondo de esa tripulación.
Finalmente seguimos un escuadrón de pilotos que van en una misión para evitar que más bombarderos destruyan embarcaciones en el primer día de evacuación. La historia es de alta tensión y sobre todo de un heroísmo extremo que demuestra el sentido del deber hacia sus compañeros y su nación.
Son una chingonería las tres historias y se destaca la participación de su elenco, quienes se sumergen en sus personas. Las actuaciones son fenomenales y reflejan, a mi parecer, el espíritu de esa época, desde Mark Rylance y Tom Hardy hasta Fionn Whitehead, Cillian Murphy y Kenneth Branagh, todos cumplen y con creces.
Los efectos visuales y, sobre todo, los de sonido son impresionantes. Las batallas aéreas y navales tienen esa dureza y tensión que son acompañadas perfectamente por balazos y explosiones. Esta cinta es excelente.
Definitivamente Dunkerque será una película que dejará su huella, no sólo en los Oscares, sino en el mundo de las películas de guerra. Cuenta la versión más cercana a los hechos y queda como un documento histórico del tamaño de Rescatando al Soldado Ryan.
Dunkerque es la mejor película de lo que va en el año y tienes que echarle un ojo. No me puedo cansar de recomendarla.
