Tenía muchas ganas de ver Macbeth, el trabajo de Justin Kurzel que lleva la adaptación de esta obra trágica de William Shakespeare a su punto de máximo esplendor. Habiendo dicho eso, es una excelente película que tiene por refuerzo un guion sólido y un elenco mucho más.
De hecho el problema principal de la cinta es que a veces el ritmo no es el más adecuado para mantener la atención en pantalla. Aunado a eso el diálogo es 100% Shakespeare, el cual es muchas veces bastante elaborado e inclusive (si no has dormido) difícil de seguir. Pero finalmente así es el material de origen.
La historia comienza con una encarnizada batalla en la que Macbeth recibe una predicción: Será Rey. Ese simple empujón era lo que necesitaba para desatar toda una ola de traiciones y actos sumamente reprensibles, que lo llevan hasta el trono de Escocia. Bien dicen que quien a hierro vive, a hierro muere y aquí queda bastante patente.
Lo que me gustó de esta trama, ya conocida por casi todos, es que le dan mucho peso a una pregunta muy simple: ¿Y si no le hubieran dicho nada? Posiblemente si las brujas hubieran decidido no hablar a Macbeth sobre su destino este podría haber sido distinto. Macbeth era un héroe, virtuoso, el mejor entre sus iguales. Pero sembrarle esa semilla de ambición es lo que lleva toda su vida a la ruina.
La ambición es básicamente el traidor más grande que alguien pueda tener pues llena la mente de humo y obsesión. Es esa misma obsesión por obtener un resultado que igual y finalmente llega pero que, al conseguirlo sin importar la manera, lo hace con una dosis concentrada de paranoia. El castigo más grande por dejarse seducir por el lado oscuro.
Michael Fassbender hace un papel increíble como Macbeth, literalmente es lo mejor de la película. Él y Marion Cotillard se complementan a la perfección, siendo una pareja de locura (literal) que es consumida por sus propios miedos e inseguridades, mismos que son cosechados por la siembra de traición y ambición. Paddy Considine también es notable en su interpretación de Banquo.
La fotografía es genial. Realmente te transporta a un pasado remoto en el que la vida, igual que ahora, es brutal pero sin tanto maquillaje que la hace parecer menos salvaje de lo que es. La dirección es de muy alto nivel y definitivamente hay que seguirle la pisa al Sr. Kurzel. Puedo decir que si Shakespeare existiera, seguramente estaría muy satisfecho con el trabajo que han hecho con esta obra pues conserva y proyecto a la perfección su esencia.
No puedo recomendar esta película para todo el público porque finalmente sé que a muchas personas se les podrá hacer aburrida. Pero si pones atención a la trama y dejas que te envuelva con su magia, seguramente no saldrás decepcionado.
Si quieres ver algo distinto a lo que Jalibud ofrece casi siempre, Macbeth es la opción. Además de que, de cierta forma, podría hasta decirse que esta historia es precursora de Juego de Tronos, básicamente tiene el mismo tipo de exploración humana, pero tal vez menos elaborada.