Refrito, remake, reciclaje de historias, se quedaron sin ideas, se colgaron del éxito de la original, bla bla bla. Esas y calculando a ojo de buen cubero, unas 1000 frases o palabras más existen para despreciar a todas aquellas cintas que reciben su manita de gato con efectos súper pro que están al alcance de todos los estudios y productoras del séptimo arte gringo, y me atrevo a decir mundial hoy en día.
Tal vez sólo un puñado de cinéfilos se enteraron de que vieron un remake mucho tiempo después. Los más clavados, como el tipo que en estos momentos presiona las teclas para escribir esto, lo supieron desde un principio. El resto de plano jamás en su estancia por este planeta llegaron a enterarse de dicho acontecimiento.
El punto es que la industria gringa en la actualidad nos ha preparado un nuevo ultraje fílmico, esta ocasión se trata de Old Boy una película que data de 2003 dirigida por Chan-wook Park y originaria de Corea del Sur, aquel bonito país que tiene como vecinos a los gobernados por un tipo más loco que una cabra llamado Kim Jong Un.
Pero bueno, dejemos de lado tanto choro mareador con el que exageré en la presentación y arranquemos la reseña Cinergetica que nos tiene aquí. Old Boy: Días de Venganza es una rara mezcla de acción desenfrenada, un encierro descomunal, reflexiones, lecciones ocultas entre líneas, una historia digna de chutarse todos los días por cualquier Hipster por aquello de que no es demasiado Mainstream, y además contiene una alta dosis de depravación sexual y erotismo, sin caer en vulgaridades nivel porno, en su historia la cual nos narra lo siguiente.
La historia se centra en un tipo interpretado por Josh Brolin (Sigo sin superar que no lo hayan elegido como el próximo Batman), dedicado en cuerpo y alma al chupe y a la fiesta total estilo Mirrey, con un exceso de dinero en sus bolsillos, y que en sus tiempos libres trabaja como publicista de alto rango, osea es un ejecutivo en una agencia pues.
Un día mega random después de echar a perder un jugoso negocio con un cliente potencialmente bueno, y de insistirle como niño haciendo berrinche a su amigo Chuky dueño del bar, donde todos los días se embriaga que le venda un trago más, es raptado después de consumir una cantidad absurda de alcohol y llevado a un espacio dedicado al cautiverio que parece más una simple habitación de cualquier motel de paso que otra cosa.
Aquí es cuando comienzas a esperar que ocurra toda clase de clichés dentro del metraje de la cinta, como son pedir el clásico rescate, ver sufrir a su familia por la ausencia física del líder de la casa, o a la policía investigando una y otra vez en sus instalaciones para poder dar con los raptores y liberar a Brolin quien aquí recibe el nombre de Joseph «Joe» Doucett.
Pero resulta que todo lo que esperas simple y sencillamente nunca sucede (lectores que hayan visto la original no cuenten los spoilers durante la proyección a sus acompañantes por favor). En cambio el director en turno, Spike Lee, te avienta un guion crudo, desgarrador, un poco violento y con actuaciones de un nivel bárbaro.
Muestra la vida en cautiverio de Duccet a lo largo de poco más/menos 20 años, tiempo suficiente para enloquecer a cualquiera, pero que por alguna extraña razón tortura mentalmente hasta el hartazgo proyectándole los sucesos más relevantes a lo largo de la historia de la humanidad y una que otra imagen de alguien que le es sumamente familiar a nuestro secuestrado.
Todo esto motiva a Joe para algún día poder escapar y cobrar venganza de este sujeto o sujetos que lo mandaron recluir y partirles todo lo que se llama cara o madre. La gran incógnita que todo espectador se debe dedicar a resolver durante los 104 minutos de duración de la movie es ¿Qué motivos existen en la cabeza de “X” persona para poder llevar a cabo tan malicioso plan?
Aquí detengo mi relato de la historia porque si no saldrán a flote los odiosos Spoilers, y porque el chiste es que tú, amigo y miembro activo del Cinergeticos Army, veas la peli en la oscuridad de la sala junto a tus amigos, pareja o familiares, o mínimo con tu dosis de nachos y sodas extra grandes.
Solo me permitiré darles una pista del porque sucede todo esto y es muy básica, ñoña o como la quieran ver pero…. «El pasado juega un rol, de un peso extremadamente elevado además de que como dice la frase TODO EN ESTA VIDA SE PAGA, TARDE O TEMPRANO, PERO SE PAGA.»
El elenco se complementa con actores muy buenos y que según mi humilde opinión quedaron ad hoc para sus respectivos papeles, dichos nombres son Elizabeth Olsen, Sharlto Copley, Samuel L. Jackson, y Michael Imperioli. Sobre todo el buen Nick Fury que para no variar nos regala una actuación memorable y digna de llevarse los aplausos de pie al finalizar la cinta, tal vez exagere pero los fanáticos de Jackson no dudo que lo harán y me incluyo.
Solo me resta no tanto escribir la trillada frase de «se las recomiendo ampliamente,» esta ocasión ya medio les conté de que va Old Boy: Días de Venganza, ya les nombre a la mayoría del reparto, y di uno que otro punto a favor de la cinta. Cerraré con uno de esos datos que quizá muchos de ustedes dominen pero para quienes no aquí va: La cinta original está basada en un manga oriundo de Japón (¿de dónde más si ellos son los masters?) que lleva por título exactamente el mismo nombre de Old Boy.
Asi que se me acabaron los pros para la cinta, quienes hayan visto la original sabrán de la existencia de una secuencia muy famosa que tiene que ver con un martillo (No es el Mjolnir de
Thor ¿ok?) ese tal vez sea uno de los contras. Dicha secuencia existe en el remake pero como ya
conocemos a los gringos que manejan a la perfección una doble moral y se les hizo bastante violenta la secuencia original, quizá por ese motivo y para poder otorgarle una clasificación un poco más comercial decidieron que fuera un poco menos violenta.
Ok están enterados disfruten su función y vean si gustan mañana que se estrena Old Boy: Días de Venganza.
PD. Síganme en Twitter @RIBERY_22 si les gusta ser espoileados o enterarse de los próximos reviews que me chute en el futuro ¿sale? Bye.
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