Cinergeticos Army hoy les traemos una nueva reseña, esta vez nos lanzamos a ver Duro de Matar: Un Bien Día para Morir debido a la poca distribución que tuvo The Master cinta que debería de estar en este espacio pero en fin, no podíamos dejar pasar la oportunidad de ver en pantalla grande al buen John McClane acompañado de su hijo.
Es la primera cinta de la saga que me toca ver en el cine (si la 4 la pude ver también pero aun no me hacia tan fanático del cine y era un puberto por aquel 2007 año en que se estreno ;)) así que sin más arranquemos claquetazo inicial, luces, cámara y ¡acción!
Para todos los miles de seguidores de la saga la buena noticia es que al llegar a la sala y ver Duro de Matar: Un Bien Día para Morir, no se decepcionaran ya que es igual de impactante en cuestión acción, balazos y destrozos que sus predecesoras y les dará su dosis de adrenalina que buscan con películas como esta.
Esto no es malo, de hecho ese es el cometido que las películas de este género tienen: estar hechas para un público masculino en su mayoría y que está ansioso por ver una historia con no mucho trasfondo, sino algo relax para poder gozar de manera excitante como se dispara cada una de las balas que se utilizaron en el filme.
Créanme, si en los fastuosos premios de la academia existiera la categoría de Acción Desenfrenada, Destrucción Total o algo por el estilo esta movie ganaría y se llevaría de calle a la que le pongan enfrente.
¿Pero de qué va Duro de Matar 5? Pues resulta que el patea-traseros más carismático que la industria tiene en sus filas y en activo, ósea Bruce Willis, se pone de nuevo el traje de héroe y padre a la vez, al lado de Jai Courtney como su hijo Jack McClane quien anda metido en unos cuantos líos en la lejana tierra de Putin y compañía. Así es uno de los puntos favorables de la cinta es que la acción se desarrolla en Rusia y dejaron descansar a ciudades como Nueva York o San Francisco que vimos en las entregas pasadas. Neta ya chole con que cada verano o en cada peli de acción vemos como hacen añicos estos lares.
Todo el trasfondo de la película ocurre cuando Mclane padre anda buscando a su chilpayate y uno de sus tantos conectes en la policía le consigue información de muy buena fuente con el paradero de Jack, lo malo es que como les decía este cuate no es precisamente un pan de dios y está encarcelado y próximo a ser condenado a pasar el resto de sus días en prisión.
McClane como todo buen padre se aventura con dirección a la tierra del vodka para traer a su hijo a casa y arreglar rencillas que en el pasado los alejaron al grado de no verse en años. Pero no será tan fácil pues los malos de la historia buscan acabar con un personaje importante dentro de la trama, ya que este último tiene en su poder información vital que puede terminar por hundir a los euroterroristas.
En fin, la neta les recomiendo que vayan y disfruten de Duro de Matar: Un Bien Día para Morir, acudan con su predisposición para ver acción de la buena, esa de la vieja escuela que no abusa del CGI y hace mas artesanales las películas con explosiones reales y balaceras memorables por cada 5 palabras que se dicen durante los diálogos. Así de loca y destructiva es la peli, además verán un buen cambio generacional en la saga, o igual y no y para Duro de Matar 7 veamos a Bruce Willis en silla de ruedas con lanzacohetes a un costado o algo así de enfermo y locochon para poder seguir siendo un Ruquito Duro de Matar.
DIOS SALVE A LA REINA Y A JOHN MCLANE, PUES NUNCA SABEMOS QUE DÍA NOS TENGA QUE SALVAR EL PELLEJO
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