Este es uno de los mejores estrenos del año que he visto. Se me hizo como si tuviera una experiencia mística, lo cual es difícil lograr tener hoy en día con una película de Hollywood -o en general, en todo el mundo-. Ademas, algo padre es que deja muchas preguntas y reflexiones por hacer, de entre las cuales una que se me ocurre al recordarla es ¿Me conozco a mi mismo realmente? ¿Soy capaz de hacer cosas maravillosas?
Guy Ritchie echo todo por la ventana al arriesgarse a contar una historia surreal, llena de fantasía, alegorías pero lo mas importante, congruente y sin llegar a ser pretenciosa. Es como estar disfrutando de El Señor de los Anillos pero mezclado con El Rey León. La historia, los efectos visuales, el imaginario y la acción es parecida pero al ser combinada resulta única, autentica, bastante original.
Imagínate que eres el protagonista y formas parte de la historia. Resulta ser que eres el heredero de un reino bastante rico en todo pero no lo sabes por que eres inconsciente de tu importancia y que solo con el autoconocimiento podrás resolver el misterio de la vida y finalmente quedarte con el gran premio: la silla del rey y su corona.
¿No seria fabuloso pensar que de alguna manera esa es la situación de cada uno de nosotros? ¿El hecho de que escondemos un potencial tan grande que podríamos realmente convertirnos en un individuo capaz de hacer maravillas, salvar a los buenos de los malos y superar la realidad de lo que ilustran los comics con super heroes?
Esto es lo que plasma Ritchie y Joby Harold e intentan mandar como mensaje a todas las audiencias; que existe la posibilidad de dejar de ser malvados o ignorantes y ambiciosos para realmente hacer algo de bien para uno mismo y para la comunidad.
Ese es el papel de Charlie Hunnam, un actor con el porte ideal para representar esa situacion primera y todo lo que debe sufrir a lo largo de la trama para darse cuenta de lo que todos sabemos es, volverse el Rey -de hecho hasta parece un cuento digno de contarse otra vez por Disney-.
Lo genial y original de esta version de la leyenda es que la perspectiva con la que se cuenta es completamente distinta a la que ya hemos visto anteriormente en sus versiones animada, la del 2004 y la viejita de los ochentas –Excalibur-. En este caso, lo importante no es tanto la espada en la piedra, sino mas bien la transformación del personaje principal.
Dicha transformación gira completamente en torno a lo que hace muy bien Jude Law, puesto que vendría siendo como todo lo malo que puede representar una persona -codicia, avaricia, ambición y envidia, principalmente-. Como se ve en los avances, es como el Rey Oscuro, el de la maldad, al cual la gente no quiere -algo así como Peña Nieto, pero en su version mejorada y con un propósito visible-.
Es en ese sentido, como una invitación a que haya un levantamiento por parte del pueblo contra sus gobernantes, contra todos aquellos que han disfrutado del sufrimiento de sus hermanos los ciudadanos y finalmente poder llevar armonía y paz una vez que dejan de estar ahí arriba en el poder.
Finalmente solo resta decir que El Rey Arturo: La Leyenda de la Espada es una película que volvería a ver otra vez en el cine si tuviera la oportunidad y recomendaría incluso comprarla cuando salga en Blu-ray. Es imperdible.