La Navidad siempre es una excelente fecha para agradecer, obviamente cada uno de los días del año son perfectos para hacerlo, pero específicamente el 25 de Diciembre tiene cierta magia. Las familias se reúnen, el corazón se abre y los buenos deseos se dejan fluir.
Estoy feliz porque estás leyendo esto y considero que en gran parte el éxito que hemos tenido con Cinergetica es en gran medida a ti que lees estas líneas. Es por eso que agradezco que seas nuestro lector y que nos hayas elegido como tu fuente de noticias cinematográficas.
Quiero que sepas que cada publicación la escribo con toda la intensión de que te diviertas y salgas con algo nuevo, ya sea información, emociones, o inclusive dudas filosóficas. Para todos hay 😉
Disfruta la Navidad y cada día de la existencia porque no se ha de repetir, se feliz y vive con armonía. Alguna vez una persona se la pasó rezando e implorando a Dios que le concediera un deseo. Cierto día Dios mismo se apareció y le dijo: «Está bien, ya has estado mucho tiempo pidiendo y he venido a concederte tu deseo.» El cuate este, se quedó cuadrado porque no supo que pedir, así que le pidió algo de tiempo para pensarlo. Dios lo espero, un día, dos días, una semana, 6 meses… Tres años!
Bajó Dios nuevamente del cielo y llegó con esta persona y le preguntó, «¿Qué pasó? ¿Cuál va a ser tu deseo?» Este extraño respondió, «No sé que pedir!» Dios entonces le dio un consejo: «Pide ser siempre feliz sin importar lo que suceda.»
Y ahí lo tienes, si esta Navidad he de desear algo es que todos seamos siempre felices sin importar lo que suceda (No recuerdo de donde salió ese pequeño cuento, pero me gusta para historia de Navidad). Que la armonía sea entre todos los seres del universo!
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