¿Se imaginan una película que fuera tan diminuta que tuvieran que verla con un microscopio de fuerza atómica? Afortunadamente la película más pequeña del mundo no requiere tanta tecnología, gracias a que IBM grabo todo el asunto para nuestra comodidad.
La microcinta se llama un niño y su átomo y trata justamente de eso. Lo interesante del asunto es que literalmente hicieron stopmotion con átomos para poder realizar esta animación… Todo por encontrar la forma de tener más memoria en menos espacio. Échenle un ojo acá abajo:
Tal vez no sea la historia más entretenida del mundo pero si que se aprecia el esfuerzo de haber magnificado más de 100 millones de veces estas partículas tan elementales. Acá abajo está como le hicieron:
Sin lugar a dudas es un proceso muy interesante que sigue avanzando los límites de la tecnología. Algún día en una gota de agua tendremos almacenados terabytes de información.
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