Por lo general las películas animadas, ya sean de Disney, Dreamworks, o de quien sean, siempre tienen mucho mensaje y su moraleja. Madagascar 3 no es la excepción y creo que excede las expectativas que tenía de la misma.
Fue gracias a mi mamá que me animé a ver la primera cinta de Madagascar hace unos años, sinceramente no me llamaba en lo más mínimo la atención ver a un montón de animales de zoológico hacer de las suyas. Pero como a mamá por lo general no se le niega nada… me senté a ver la cinta.
Creo que fue una buena decisión, contaba con un montón de personajes divertidos y sobre todo… con los Pingüinos! Esos personajes son lo mejor que hay en esta serie de cintas. De ahí me gustó mucho a donde llevaban la historia. La primera cinta la podríamos resumir como salir al mundo, conocer cosas nuevas, ampliar la visión.
La segunda parte va más de la mano con reconciliar nuestra propia naturaleza y aceptar lo que somos, sin dejar que el ambiente en el que estamos nos cambie. Es conservar nuestra esencia.
Y Madagascar 3: Los Fugitivos concluye la trilogía de una manera excelente, pues nos habla de la libertad. Pero no solo de una libertad física, también nos habla de una libertad de conciencia. Sólo cuando somos conscientes somos verdaderamente libres.
Madagascar 3 deja muy en claro que mientras más crecemos, nuestra percepción de las cosas cambia, tal vez lo que conocíamos como hogar siempre fue la verdadera prisión, y lo que creíamos que era malo para nosotros en realidad es lo bueno.
La historia comienza con un sueño que tiene Alex en el cual los pingüinos dejan a todos abandonados en África, por andar jugando en los casinos de Montecarlo. Alex despierta y se pone la meta de llegar hasta ellos junto con Marty, Melman y Gloria… además de los colados como el rey Julien. Estando ahí, hacen un desastre y se encuentran con el mal imparable, una oficial de policía adicta a Edith Piaf que a lo largo de toda la película querrá cazar a nuestros héroes.
Para huir de ella y poder llegar a casa, los pingüinos compran un circo. En el viajan muchísimos animales y la meta será dar el mejor show posible para conquistar a un magnate de Estados Unidos y que decida llevar el espectáculo a Manhattan. Pero por obvias razones el circo es un desastre y será la misión de Alex, Marty, Melman y Gloria poner todo en orden.
Madagascar 3: Los Fugitivos tiene algunas historias dentro de la narración que se me hicieron muy chistosas, como el Rey Julien que se enamora perdidamente de una osa, lo cual nos habla de que el amor nos hace a todos iguales. Créanme van a disfrutar esa parte. Y además de eso nos muestra como todos los personajes del circo tienen diferentes problemas que deben de resolver para dar un buen show.
El soudntrack de la cinta incluye a Katy Perry, lo cual se me hizo bueno porque ambienta muy bien una de las escenas principales. Le da mucha vida por así decirlo. El humor se siente auténtico, porque no abusa de cosas que estén de moda, problema que tengo con Shrek. Hay muchas cosas que pasan de moda y si en una película hablas de ellas automáticamente le pones fecha de caducidad a la película. Afortunadamente en Madagascar no pasa esto.
Creo que Madagascar 3: Los Fugitivos, y en si toda la saga, puede ser disfrutada por niños y adultos por igual. A los adultos les dejará una visión diferente, y los niños aprenderán muy buenas lecciones. Es lo bonito de estas historias con moraleja. Todos aprendemos algo.
Si son fans de la saga de Madagascar esta cinta es imperdible, y si no han visto las dos películas anteriores… les recomiendo que las vean, así esta tendrá mucho más chiste y entenderán mejor el mensaje que quiere transmitir la saga. Tal vez esa sea una desventaja de esta película, pero yo creo que no.
Vayan a ver Madagascar 3: Los Fugitivos si quieren pasar un rato muy agradable, si tienen niños, sobrinos, vecinitos… llevenlos! No sean codos! Altamente recomendable.
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