Creo que debo comenzar diciendo que Casey Affleck deberá ganar el Oscar como mejor actor porque realmente es sorprendente el personaje que interpreta, Todo ese drama que dura como tres horas (que por cierto tiene partes algo largas y cansadas).
Pero solamente las actuaciones tienen todo mi reconocimiento como algo extraordinario y bastante conmovedor por ver como una persona afronta una tragedia y lo que puede hacerle a un hombre fuerte. Es como una batalla en donde un navegante trata de mantenerse de pie mientras una tormenta inevitablemente lo tragara por completo.
Casi no hablo sobre los aspectos técnicos de la película o eso intento porque si es buena no tiene sentido hablar si tiene CGI, o si la fotografía esta del nabo. Pero cuando son malas o regulares, es inevitable notar esos pequeños detalles que por lo general, tratan de mantener a flote una historia que nomas no la hace.
Este es el caso de Manchester junto al Mar. La dirección no es nada buena porque pareciera ser que nos están contando una historia totalmente distinta a lo que pretende contarte el escritor. Es como si no se hubieran entendido uno con el otro, o simplemente ni el mismo escritor supo como expresar que la condición humana es muy frágil.
La historia como tal tiene problemas en el argumento porque ademas de que dura casi tres horas, nomas nunca sentí así que hubiera un desenlace como tal. Es como si un amigo te platicara lo que le paso el fin de semana pero antes de terminar de contarte su anécdota, decide interrumpir lo que dice para hablar sobre el clima.
Es un saque de onda total. En lo personal no me pareció una buena historia porque te deja con la sensación de que algo falta para poder terminar llorando, riendo o con un mensaje profundo sobre porque a veces la vida nos trata «mal» para poder enseñarnos una lección… Nada de eso sucede; es como frustrante de cierto modo porque cuando termine de verla comencé a pensar varias formas de poder terminarla.
Pero bueno, el lado amable de esta cinta dirigida por Kenneth Lonergan es que si que tiene sus buenos ratos agradables, que si los pones fuera de contexto, te hacen reír un poco por lo absurdo que a veces resulta nuestro comportamiento o el de los demás ante la vida.
Otro aspecto positivo es que tiene una banda sonora muy adecuada para lo que se ve en pantalla. Es de esos raros filmes como los de Tarantino que la música juega un papel bastante importante para dramatizar la trama.
Finalmente quiero decir que aunque fue nominada a mejor película, yo creo que solamente debería de ganar el Oscar para mejor actor. Sigo pensando que La La Land es lo mejor que hubo el año pasado porque como compartí en mi reseña, es un reflejo perfecto de como vivimos los millennials: atontados, perdidos y con muchas falsas ilusiones.
Por cierto, este filme es uno de esos que son para verse una vez y ya.
