Después de que pasé por algunas peripecias para poder ver Noé de Darren Aronofsky llegué a la sala de cine y el calor primaveral estaba en su máxima expresión. Si hubiera habido más parejitas en el cine posiblemente todo habría terminado en orgía.
Lo bueno es que la mayoría de mis compañeros de sala eran personas en su madurez. Pero bueno, no voy a seguir contando sobre la experiencia de ir al cine, porque hay una cantidad de historias que podrían completar un libro. Ahora con respecto a la película de Noé:
Salí decepcionado de la proyección, en parte tengo la culpa porque esperaba con ansías esta cinta. Pero el verdadero problema está con la historia que intenta presentarnos Aronofsky en la pantalla. Es una versión realista, por llamarle de algún modo, de la vida de Noé y su familia si estuvieran atorados en un futuro apocalíptico.
Hasta ahí no hay nada malo, todo muy bien. Sin embargo, siento que esta película no tiene alma. No hay un núcleo sólido sobre el cual esté apoyada la visión del creador. Simplemente tomó la historia conocida de Noé, la hizo más salvaje y después le puso elementos pro-ambientalistas hasta más no poder.
En pocas palabras, si buscas algún tipo de implicación 100% filosófica dentro de la cinta no lo vas a encontrar. Se siente como un discurso de Green Peace en el cual la humanidad es mala, el uso excesivo de petroleo (la revelación del zohar, u oro negro es bastante infantil), y la crueldad que habita en el mundo es lo que hace que Dios quiera destruir al mundo.
Después de que Noé tiene un sueño premonitorio viaja para aclarar sus dudas y sumergirse en una alucinación causada por té (vía Matusalén). Allí Noé encuentra su destino: salvar a los animales y dejar que el agua purifique a la creación.
En su conjunto, Noé me pareció como una película bastante misantrópica que muestra las consecuencias del abuso humano contra la naturaleza, pero cuya solución es acabar al 100% con todo ser sobre la faz de la tierra que no sea un animal.
Otra cosa que tratan de forzar en esta película es el hecho de que los humanos (todos y cada uno de nosotros) tenemos un lado bueno y uno malo. Pero es una aproximación tan cliché y revuelta que finalmente no se acerca a la realidad de la existencia. ¿Quién decide que es bueno y que es malo? Ni si quiera hay un esfuerzo por tratar de realizar esa pregunta.
Si nos vamos al análisis de Noé, realmente es un caso clínico. Lo muestran como un padre severo que tiene ideas tan encumbradas que casi se puede escuchar la maquinaria de su cerebro chirriar por falta de aceite. Además de que lo pintan como un loco con estrés pos-traumático que siente que Dios le habla. Finalmente tiene que pasar por una decisión moral que lo lleva al alcoholismo.
Me gustaría decir que hay un mensaje más allá de: cuida a los árboles y animalitos, pero realmente no lo hay. También se siente que mucha de la simbología fue usada de manera aleatoria sin saber que es lo que quiere decir (si alguien entiende un poco de alegorías esotéricas igual y aquí encuentran un tornado de sinsentidos).
Las actuaciones son fantásticas, Russell Crowe vende al 100% al personaje. Jennifer Connelly es increíble pero le faltó participación. Logan Lerman es quien se lleva la película. Emma Watson si sabe actuar, pero su papel también es limitado.
La actuación de Ray Winstone es acorde al personaje: un malo recortado de una caja de cereal. Su único propósito es que haya algún tipo de antagonista en lo que comienza a llover. Anthony Hopkins nunca falla y aquí también es una buena adición. El resto del elenco también es bueno.
Los efectos visuales son increíbles. Me gustó mucho como hicieron todo el rollo de los ángeles caídos, y sobre todo, como los retratan. La música pudo ser mejor…
El problema de toda la película se resume a la historia. Es «simple» pero llevado a la N potencia de complejidad, y eso no le favorece. ¿Qué pasó aquí con Darren Aronofsky? Algún día lo sabremos.
No gastes tu dinero en esta película. Mejor quédate en casa o vuelve a ver 300: El Nacimiento de un Imperio, ahí si hay mensajes contundentes y que no solo sirven para satisfacer la onda Green Peace. Por cierto… también si no eres vegetariano eres parte del problema, o eso es lo que dan a entender.
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