También llamada en ingles como The Bikeriders, esta película distribuida en México por Universal Studios es un drama que trata sobre la historia basada en hechos reales -de hecho tomada del libro de vivencias fotografiadas, escrito por Danny Lion en los sesentas- que narra como surge esa comunidad de motociclistas en la costa este de Estados Unidos, y como es que poco a poco se va expandiendo a lo largo de todo el país.
Austin Butler y Tom Hardy son los personajes centrales que hacen avanzar toda la trama. Por un lado tenemos al arquetipo de «rebelde» protagonizado por Butler, mientras que por el otro lado de la moneda esta el wannabe de Hardy que tras ver una película de rebeldes en donde sale Evlis Presley, decide crear su propio club de rebeldes que estarían caracterizados por nunca seguir las reglas y simplemente reunirse en bares transportados por sus Chopper.
Lo interesante que ofrece esta producción dirigida y escrita por Jeff Nichols -quien ha escrito y dirigido otras pelis no tan famosas como Midnight Special– es que ofrece una nueva perspectiva feroz sobre el mundo de los clubes en general. De como inician con un ideal, y poco a poco conforme envejecen los fundadores todo se va por la borda, alejándose de todo por lo que alguna vez se sintieron inspirados sus miembros.
Para el caso de los «moticicletudos», podemos decir que es un aire de rebeldía que trata de enmarcar en una sociedad sosa y sin futuro cierto, una imagen arquetípica de aquel sujeto poderoso que a través del alcohol, los cigarros y una actitud podríamos decir pasivo-violenta, estar por encima de todo incluyendo la ley.
La realidad es que tomando distancia, se puede percibir con cierta tristeza y compasión a estos tipos que lo único que hacen en sus ratos libres cuando no tienen que perseguir la chuleta para seguir manteniendo lustrosas sus chopper. Y es que a lo largo del filme se presentan actos incómodos llenos de violencia y desasosiego en el que te dejan ver como solo los problemáticos, los inconformes y con pasados turbios, son los que se sienten seducidos por ese tipo de ambientes con olor a cebada y trapo sucio.
Otro elemento pintoresco y lleno de comezones es el papel de Jodie Comer, que para esa epoca en que reinaban las rolas de The Beatles, muestra a una chica empoderada y cansada de lo convencional. Su honestidad brutal hace contrastar y de cierta manera empatizar con esa aversion hacia todo lo que tenga que ver con los Bikeriders, pues como podras notar en cada escena y secuencia en la que sale en camara, se la pasa sufriendo por todo lo que hacen estos sujetos desvergonzados.
El tema de la masculinidad toxica y feminidad reprimida es un taco que tendrás que engullirte para poder saborear la mediocridad y poca visión de este club de rebeldes sin causa…
Al final del día se puede decir que El Club de los Vándalos esta película es de esas que ves una vez, olvidas después de unos meses pero recuerdas que tuvo un gran casting, porque eso si, tiene muy buenas actuaciones dentro de lo que ofrece esta limitada historia de anécdotas tristes y violentas.
