The Evil Dead de Sam Raimi es y seguirá siendo una película de culto, aún a pesar de que Posesión Infernal sea una cinta que cuenta como un reboot/remake de la misma… Y esto es porque no es tanto así.
De hecho ese es uno de los aspectos más llamativos de esta película. Nos muestra las bases de la historia original pero le mete cosas diferentes que la hacen una pieza única. Además de que por la cantidad de sangre que llueve en pantalla -a veces literalmente- bien podría dejar llorando a la Segunda Guerra Mundial. Posesión Infernal exige prácticamente que llevemos un impermeable porque salpica litros y litros de sangre por todas partes.
Pero bueno, la historia comienza cuando un grupo de amigos llega a una cabaña en el bosque. Una de las chavas, Mia (Jane Levy), tiene problemas de adicción y ha decidido dejarlos de una vez por todas. Para esto se va a recluir a esa vieja casa de madera que ha formado parte de su infancia… Lo que nadie sabe es que también ha sido el lugar en el que se practicaron una serie de ritos satánicos y exorcismos.
David (Shiloh Fernandez), su hermano, siempre ha estado muy distante de ella y de su familia, por lo cual estar con Mia en estos momentos volverá a forjar ese lazo que se ha perdido con el tiempo. Además va su novia (Elizabeth Blackmore), y un par de amigos del pasado (Jessica Lucas y Lou Taylor Pucci), porque la película necesitaba algunos personajes para ser masacrados con lujo de violencia.
Para no hacerles el cuento largo, encuentran un libro de la muerte y uno de los personajes que es medio idiota comienza a leer un encantamiento y a partir de ahí a todos se los empieza a cargar la munga.
Tengo una opinión contradictoria con respecto a esta película: me gustó en esencia, pero el tema es trillado y no muy bueno. Además de que si te pones a analizar… Es una reverenda jalada. Pero me gustó. Lo único que siento que podría ser mejor es el final, esperaba algo más épico y no sé siente hasta cierto punto anticlimático.
Los trucos están perfectamente bien logrados y hay de todo: amputaciones, cortadas, disparos, incineraciones, desollamientos… El museo de la tortura estaría orgulloso con tanta variedad. La sangre sale disparada en torrentes que parecieran ser ilimitados y tomando en cuenta el elenco tan reducido es de aplaudirse que así sea.
Posesión Infernal en realidad no siento que sea una película de terror. Si quieren asustarse mejor vean el noticiero de las 10. Esta película es más gore que otra cosa, y a menos que le tengan pavor a la sangre no causa tanto miedo… El suspenso está ahí pero no es tan enfático.
Posesión Infernal no es la película que esperaba pero al fin y al cabo ofrece muchas posibilidades para que haya una secuela y todo se ponga mucho más loco. Hay lugar para mucha mejora. Quédense en los créditos finales porque hay algunas claves extra que le añaden más a la historia… Groovy!
Si son de estomago fuerte y fans de las películas con mucho gore, les recomiendo que vayan a ver Posesión Infernal, no se van a arrepentir!
Pd.- Como dato curioso, se supone que recortaron algunas escenas por ser extremadamente violentas, así que cuando salga la versión sin censura en formatos caseros habrá que volver a echarle un ojo.