Me tardé bastante en hacer esta reseña porque en realidad Vicio Propio se me hizo buena pero soporífera hasta decir basta. Cosa que no me había pasado más que con Petroleo Sangriento, también de Paul Thomas Anderson.
Habiendo dicho eso… No es una película mala pero está tan plagada de personajes y detalles en la historia que se convierte en una mole de ideas que hay que desbastar para encontrarle forma. La forma más directa de abordar la trama es seguir a Doc, interpretado por Joaquin Phoenix, quien es un investigador privado.
Un buen día su ex, llamada Shasta e interpretada por Katherine Waterston, llega a pedirle ayuda porque sabe que hay una conspiración para matar a su novio, un empresario millonario dedicado a los vienes raíces. Toda la investigación de Doc lo lleva a descubrir un plan para introducir droga a los Estados Unidos y mucho más.
La cinta me recuerda bastante a El Gran Lebowski porque también es, de cierta manera, una película de detectives. Sólo que en Vicio Propio todo está tan hinchado con cosas que muchas veces es fácil perderse dentro de la trama. No dudo que P.T.A. haya decidido narrar así la cinta, pues Doc se la pasa fumando mota y es como si la cinta estuviera vista a través de los ojos de un mariguano.
Otro de los puntos a destacar es la actuación de Josh Brolin como el Teniente Bigfoot, pues se convierte en el verdugo de Doc por casi toda la extensión de la cinta y lo mejor del asunto es que sirve para aligerar el ambiente con su particular forma de ser.
Lo que más me gustó de la Vicio Propio fue la relación entre Doc y Shasta porque es sumamente real. Son dos artículos descompuestos que, a pesar del tiempo que han estado separados, todavía hay una llama de amor lista a inflamarse a la primera provocación. Además la actitud abnegada de Doc hace sumamente interesante su relación.
Del otro lado está la otra relación de Doc con una arpía chupasangre interpretada por Reese Witherspoon, quien es un lastre dentro de su vida pero que por su necesidad de no estar solo no deja ir… Hay una dinámica muy buena entre ambos extremos.
Vicio Propio no es una película para todos y se hace evidente desde la manera en la que se presenta hasta la forma en la que termina. No es convencional y a veces sentí que trataba de masticar más de lo que podía meterse en la boca… Tal vez ese sea el verdadero vicio de esta cinta y que no la deja ser algo genial.
En cuanto a los aspectos técnicos desde la fotografía (setentera obviamente) hasta la edición es muy buena. Y eso que se me hizo una película muy larga. La dirección para variar es inmaculada y las actuaciones son lo que se espera teniendo un elenco tan bueno.
¿Vale la pena ver Vicio Propio? Si no estás cansado y has dormido bien, definitivamente lánzate a verla en el cine. Si vas aunque sea con un poco de flojera estoy seguro que no vas a pasar de la primera media hora. La cinta en si es buena, pero tiene algo que no me hizo completamente clic. Está bastante recomendable y te gustará si has seguido el trabajo de Paul Thomas Anderson.