La temporada de Blockbusters está por terminar y la última película que puede ser llamada de ese modo es La Caída de la Casa Blanca. Como cierre puedo decirles que es la cereza del pastel de una temporada que ha sido bastante intensa en el mundo del cine.
Tengo que declararme fan de Roland Emmerich, desde que vi El Día de la Independencia (una de mis 20 películas favoritas de toda la vida), quedé maravillado por el mundo que logró formular a través de su idea sobre aliens invadiendo la Tierra… De hecho me inspiró para que escribiera un guion con una temática similar… Pero eso es otra historia.
Ahora con La Caída de la Casa Blanca, Emmerich nos muestra como se debe de hacer una película de protesta. Es algo que el cine en México debe de estudiar. Para que un mensaje sea transmitido con facilidad se debe de poner en común lo que se quiere dar a entender y la sugestión e implicaciones es lo que funciona mejor, no echarte todo de sopetón en la cara. En México si queremos quejarnos del gobierno hacemos una película en la que se le tira directamente inclusive de una manera excesivamente vulgar. En EUA se toman la libertad poética de señalar lo que está mal usando alegorías.
Eso es La Caída de la Casa Blanca: una alegoría acerca de lo que está mal en el sistema político de Estados Unidos. Emmerich logra lanzar un misil que lleva un mensaje claro: El enemigo es interno, lo de afuera es pura ilusión. Todas esas guerras que han hecho nuestros vecinos del Norte solo han servido para perpetuar el ciclo vicioso de enriquecimiento por parte de los grupos de poder que se benefician con el negocio bélico.
Lo más genial de esta película es que además de que tiene ese mensaje tan puesto en tu cara, lo maquilla con una historia de acción formidable en la cual se muestra el patriotismo heroico del hombre común. Hay disparos, explosiones, estallidos, persecuciones y el arma más letal de todas: la política llevada al extremo.
Cuando vayan a ver esta cinta pongan atención al comportamiento de Emily Cole (Joey King) pues a través de sus ojos candorosos podemos ver lo que es un profundo amor a su patria, sin importar las condiciones y las consecuencias.
La Caída de la Casa Blanca es un filme perfectamente bien orquestado, cada personaje está en donde debe y no se saca habilidades a conveniencia de la trama. El papel que tiene Channing Tatum, el de padre dispuesto a todo por su hija, le queda muy bien. Jamie Foxx hace un trabajo muy bueno siendo el señorpresidente de EUA. Lo mejor de todo es la química que logran ambos, se disfruta en pantalla.
Maggie Gyllenhaal tiene también un papel importante que impulsa la trama poco a poco hasta llevarla al climax, esto junto con James Woods y Richard Jenkins que también son esenciales. Jason Clarke tiene el rol del malo más malo y le va bastante bien… Aprendió bastante de lo que hizo en La Noche Más Oscura y acá lo vuelve a aplicar.
La Caída de la Casa Blanca es una película que tiene todo para que al final de la función salgan con una sonrisa de oreja a oreja. Tanto el humor, las emociones, la acción y los efectos visuales se conjugan para crear un Blockbuster que solo Emmerich puede hacer.
Cierren con broche de oro el Verano y vayan a ver La Caída de la Casa Blanca, se pasarán un rato muy padre y se divertirán como enanos.
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