Sean todos bienvenidos a un nuevo review de una no buena, sino excelsa movie titulada The Master que nos llevara a través de un viaje espiritual y cósmico en lo más profundo de nuestro ser, acompáñenme para develar los secretos del cosmos o morir en el intento.
Bueno pues lo prometido es deuda, la semana pasada les platicaba de la escasa y/o nula distribución que la peli que da titulo a esta reseña recibió por parte de las cadenas exhibidoras del séptimo arte en nuestro país, ya que esta a cuentagotas en uno que otro cine, así que si logran encontrarla no duden en pagar su ticket para verla, pues vale la pena si no me creen deslicen el scroll de su ratón hacia abajo y entenderán el porque se las recomiendo.
Comenzando con el elenco de primer nivel que soporta el peso de la historia que incluye nombres como Joaquin Phoenix, Philip Seymour Hoffman y Amy Adams en los roles principales o protagónicos, la peli se encuentra bastante bien estructurada desde la correcta asignación de papeles.
Phoenix encarna a Freddie Quell un ex militar que sufre del clásico estrés post traumático que sufren el 99.9% de soldados que regresan sanos y salvos a casa después de servir a su país, el .01% restante muere en combate 😉 el chiste es que después de que termina la segunda guerra mundial, el buen Freddie intenta reacoplarse a la sociedad americana de 1950, cosa que esta en chino pues la demencia que sufre esta lo que le sigue de densa, además de sufrir de un alcoholismo brutalmente bárbaro.
El único punto bueno de sus severos líos con la bebida es la acertada manera en que prepara sus menjurjes, de una forma casi casi artesanal y con cuanto chupe, thiner y medicina se le crucen en el camino, precisamente ese don de bartender que tiene Freddie lo lleva a conocer y ser aceptado en la tripulación de un yate donde conoce a Philip Seymour Hoffman quien da vida y voz a Lancaster Dodd, un cuate no menos enfermo que Quell quien anda pregonando La Causa un movimiento filosófico bastante safado y que intenta ganar adeptos a lo largo y ancho de grigolandia a través de un libro, el clásico choro mareador y la promesa fumadota de curar algunos tipos de leucemia utilizando un tipo de hipnosis al que te induce su predicador y maestro. Algo así como el pare de sufrir pero sin el acento portugués que tanto acatarra cuando por error lo llegas a escuchar.
Por ultimo el papel de Amy Adams o Peggy la esposa de Lancaster Dodd, es el de una fiel creyente del verbo que difunde su marido y que no ve con buenos ojos la intromisión de Quell en el movimiento debido al poco conocimiento que tienen de su pasado y al temperamento del mismo, cierra un triangulo vicioso que a lo largo de la peli encaja de una manera acertada y logra entretenerte ya que siendo sinceros la historia esta bastante pacheca, y amerita mínimo que la veas un par de veces mas para poder entenderla y no quedarte con la cara de ¿What?
Algo que me encanto y destacaría de sobremanera, es la calidad de la fotografía pues neta si me dijeran que la movie data de 1970 o antes no se los discutiría, ya que de verdad la iluminación y ese toque retro que su director el señor Paul Thomas Anderson uno de los maestros modernos del cine estadounidense, sin exagerar le dio a la cinta raya en la excelsitud. La música se saca un diez en la escala del 1 al 5 así que imaginen que tan fregona esta, sin mas vayan y busquen desenfrenadamente a THE MASTER y gócenla pues es una de esas películas que se disfrutan en la pantallota muy pocas veces y seria un error grosero perdérsela.
1 comentario