Al ir a ver Oblivion: El Tiempo del Olvido no esperaba más que una película de ciencia ficción con Tom Cruise en su papel típico de superhombre. Vaya que me he llevado una grata sorpresa al darme cuenta de que hicieron una cinta que va mucho más allá de todas las expectativas.
Voy a dividir esta reseña en dos partes, la primera será un análisis normal y después vendrá el que considero filosófico. Obviamente el segundo tramo tendrá muchos spoilers, así que lo mejor es que si no la han visto se salten esa parte.
La historia de Oblivion es sencilla: La Tierra sufrió una invasión alien hace algunos años, la humanidad ganó la guerra pero tuvo graves consecuencias para el planeta. Los humanos sobrevivientes están viviendo lejos, pero algunos se quedaron para supervisar los trabajos dentro de la Tierra.
Ahí entra Tom Cruise que interpreta a Jack Harper, un técnico que trabaja en equipo con Victoria (Andrea Riseborough) bajo las ordenes de Sally (Melissa Leo) que está en una estación espacial en órbita con la Tierra. Viven vidas rutinarias hasta que cae del cielo Julia (Olga Kurylenko) y llega a cambiarlo todo.
La historia da un giro de 180° que si son atentos se ve venir desde muy temprano en la película (y de hecho en el trailer). Pero esto levanta por completo todo el filme.
Al principio cuando comenzó la película me dije: ‘Ahí va de nuevo el problema con Joseph Kosinski (el director), está avanzando a trompicones la trama.’ Y es que ese fue su mayor problema con Tron: El Legado, es una cinta que avanza lento, pero en Oblivion logra usar eso a su ventaja.
La cinta tiene una fotografía que refleja esterilidad y queda muy bien con la temática. Además lo que más me gustó es que es una alegoría bastante bien desarrollada sobre el ciclo de vida humano. Cuando la vean sabrán porque.
La banda sonora la realizó M83 y es muy buena. A ratos siento una influencia muy marcada de Hans Zimmer, pero le dan un toque de originalidad y crean una melodía principal muy emotiva.
A mi parecer Oblivion: El Tiempo del Olvido es una cinta que hará historia dentro del mundo del cine, tiene todos los elementos para que se vuelva un clásico… Aunque también tiene elementos para que mucha gente no se sienta atraída hacia su trama. Les digo que todo corazón y sin exagerar que es la mejor película que ha salido en lo que va del año.
Les recomiendo Oblivion, véanla y sobre todo reflexionenla… Hay mucho que aprender de ella y mucho requiere rasgar el velo de lo obvio.
Reseña Filosófica de Oblivion: El Tiempo del Olvido
Lo prometido es deuda, si no han visto la cinta mejor no lean lo siguiente o no estarán en el contexto adecuado para comprender mi interpretación.
Oblivion refleja de una manera exquisita el ciclo que vive el hombre en la Tierra y la manera en que ocurre la liberación. El tema principal de la película es la libertad, pero no tomándolo como un concepto material… Va más allá de eso.
Mediante diversas representaciones vemos a Jack Harper como el hombre común que vive de manera automática, que no cuestiona, que repara máquinas y que el por definición también es una máquina. Pero el no está satisfecho, quiere más, es curioso y eso le permite desarrollarse.
Victoria es quien está constantemente diciendo a Jack todo lo que tiene que hacer, pero a veces él logra engañarla y hacer lo que le gusta. ¿Acaso no es nuestra mente así? ¿Acaso no trata de controlarnos y a veces nos escapamos de ella?
Está dentro de la Tierra para cumplir una misión: asegurar que la raza humana sobrevivirá en Titán, una de las Lunas de Júpiter. Para esto tiene que proteger a una serie de robots (drones) que están haciendo trabajos dentro de nuestro planeta.
Su naturaleza Real se muestra cuando una estación espacial del cielo desciende y choca con personas dentro… Inmediatamente varios de los drones van hasta el sitio y comienzan a eliminar a estos humanos. A base de mucho esfuerzo Harper logra rescatar a una sola persona: Julia.
Increíblemente ella es una mujer con la que ha estado soñando… Que recuerda de vidas pasadas… Es su esencia celestial y literalmente cayó del cielo. Con ella podrá indagar mucho más de la verdad.
Es entonces cuando Jack y Victoria se comienzan a distanciar, porque la entrada de Julia a sus vidas es un giro radical. En su búsqueda por encontrar más sobre la verdad Julia y Jack tienen que trabajar juntos y regresan al sitio de la caída.
Ahí es secuestrado por los supuestos aliens y se da cuenta de que toda su vida había estado basada en una gran mentira, en creencias que lo limitaban y que lo estaban haciendo esclavo. Es hasta que se da cuenta de que los aliens en realidad son hombres libres que conoce a su conciencia (el personaje de Morgan Freeman).
Después de este choque de mundos, Jack sale de nuevo a la «realidad» pero con una visión diferente. Con el hambre de buscar la verdad y encontrarse a si mismo. Trata de regresar con Victoria pero ella no lo comprende y lo traiciona. Es decir, en cuanto más nos unimos con lo celestial, la mente pierde el control y trata de retomarlo de maneras violentas.
El hecho de que Victoria muera nos muestra que la mente maestra o demiurgo, es un controlador de todo lo que existe y de la realidad. Después de eso Jack escapa de ahí y cae en medio del desierto, rompiendo las barreras que antes se le impusieron.
Es ahí cuando conoce a su otro yo, el que muchas veces llaman ego. Hay teorías que dicen que al ego hay que destruirlo, yo me quedo con la de mantener el control sobre el. Justo lo que hace Jack con el otro Jack. El hecho de que llegue a la otra estación y vea de nuevo a victoria, nos habla sobre la gente y su nivel de conciencia. Todos somos iguales, pero no igual de conscientes.
En ese transcurso es cuando Julia queda herida y tiene que ir con la otra Victoria para de ella recuperar algo que pueda sanarla y lo obtiene.
Es después de curar a Julia que Jack regresa de nuevo con los últimos humanos y comprende su misión: Destruir esa fuerza que no lo deja ser libres. Silenciar a la mente maestra de manera definitiva. El único puede hacerlo es Jack con esa nueva consciencia que obtuvo gracias a Morgan Freeman.
El mensaje de la cinta es claro, solo nosotros podemos liberarnos de la ilusión en la que nos somete el existir. Somos más que la simple materia que nos forma. Nuestra esencia va mucho más allá de la forma y es inmortal.
No somos nuestras mentes, ni nuestros pensamientos. Somos nuestras propias acciones y sus consecuencias, en nuestras manos recae la responsabilidad de ser libres. Dejemos atrás el tiempo del olvido y comencemos a vivir en el presente. Sean felices!
