Hay quienes dicen que Keanu Reeves no sabe actuar, pero la verdad es que si lo sabe hacer. Con esta nueva película llamada Otro Día Para Matar, lo demuestra de sobremanera. Lo que aún no comprendo es porque pusieron dicho título en español, si tomamos en cuenta que el original es John Wick.
Te sugiero que esta película la vayas a ver con la mentalidad de ver una trama sencilla pero efectiva que incluye la sangre de tres estados de la república más uno, y todo el plomo que han empleado desde las guerras del golfo a la fecha. No debe caber la menor duda en tu mente: Keanu Reeves es un ejercito de un solo hombre.
Toda la historia comienza con John Wick, que tiene a su esposa, vive una vida alegre, alejada de los problemas… Pero la desgracia sucede, pues ella muere a causa de una extraña enfermedad. Wick se va deprimido a su solitaria existencia cuando tocan a su puerta para entregarle a Daisy, la luz de su nueva vida, una perrita que le ha dejado su esposa para que lo cuide.
Eso es hasta que tiene un roce con la mafia rusa (específicamente con el hijo de su ex-jefe) y asesinan brutalmente a su perrita, además de robarle el carro que es un Mustan Boss 429 (si la memoria no me falla). Así que, encabronado el Keanu, se dispone a arreglar las cuentas de una vez por todas con un mundo que creía haber dejado atrás.
El punto es que John Wick, mejor conocido como Baba Yaga o el hombre al que envías para que elimine al mismísimo demonio, emprende una cacería inmisericorde contra todos sus enemigos. No hay un sólo minuto dentro de la cinta en la que Keanu Reeves no esté reventando a algún mafioso o buscando los medios para lograrlo.
Si hubo algo que me gustó muchísimo de Otro Día Para Matar, es que crearon un universo fantástico regido por ciertas reglas, en el cual los asesinos y los mafiosos tienen cierto código de conducta y formas de comportarse. Podría decirse que hay cierta ética en las acciones de ellos, y como en todo, hay quienes rompen las reglas y por eso terminan con las espinas dorsales rotas. Derek Kolstad que escribió el guion merece las palmas.
La actuación de Michael Nyqvist es muy buena y la de Alfie Allen como el hijo idiota también. Willem Dafoe tiene una participación que también es fantástica. Ian McShane y Adrianne Palicki hacen apariciones significativas. Todos saben lo que están haciendo, y eso es una excelente noticia porque se nota que hubo química al realizar la película.
Hay litros y litros de sangre y hay tantos disparos que casi podía oler la pólvora que destilaba la proyección de la película, los efectos de sonidos son geniales y las escenas de acción, que prácticamente son el 90% de la película, están ejecutadas a la perfección. David Leitch y Chad Stahelski, los directores, merecen una ronda de aplausos, o igual y hasta unas 21 salvas cada quien disparadas por medio de cañones de la Segunda Guerra Mundial.
De esta película me llevo que para poder realizar un verdadero cambio de vida o transformación de la misma, se necesita de toda la fuerza de nuestro ser para destruir a nuestros enemigos. Aquí no me refiero a agentes externos, sino a todos aquellos entes internos como la ambición, la ira, la iniquidad, todo lo que te ata con el pasado y no te permite vivir en el presente.
Si quieres ver una película sumamente divertida, llena de acción, sangre, balas y guamazos, y que tiene una trama interesante, Otro Día Para Matar es la opción que estás buscando. Te la recomiendo bastante y te aseguró que te reirás bastante y pasarás un rato muy agradable.