Cincuenta Sombras Liberadas retoma la trama prácticamente inexistente de la película anterior y la eleva al siguiente paso: por fin Christian Grey y Anastasia Steele se casan y eso sucede en los primeros cinco minutos de la cinta.
Aquí el problema reside en que el resto es ver a Christian y Ana teniendo sexo (que para los estándares actuales es bastante light), peleándose porque Christian es un cabrón controlador, y finalmente introducir de manera artificial el conflicto con el editor Jack Hyde, quien convenientemente termina teniendo una conexión inusitada con Christian Grey…
El primer libro fue tan malo que ni siquiera quise leer los otros dos, pero si estas últimas dos cintas adaptan mucho mejor el material original… me imagino que son pésimos. Digo que el libro es malo de la misma manera en la que digo que la pornografía es mala si estás buscando una historia entrañable que te deje con una buena lección. Ambos son material masturbatorio que lo único que ofrece es cachondez por un rato y algunas cuantas fantasías. Pero hasta ahí.
Jamie Dornan y Dakota Johnson hacen lo que pueden con el material y les sale muy bien. Finalmente se siguen odiando en la vida real y me parece que el esfuerzo que dan para interpretar a sus personajes es de lo más loable.
La cinta, finalmente, también es una fantasía aspiracional en la que se puede ver como es que viven los ultra-ricos y famosos. Buenos carros, buenas casas, buenas comidas y lo malo son las malas cogidas, como que eso faltó.
Estoy más que seguro que muchas chicas irán a ver esta cinta y eso está bien. Cincuenta Sombras Liberadas sirve para llenar ese hueco filosofal dentro de cada espectador y espectadora, en el que por un momento quisieran tenerlo todo y vivir un drama de película. Esto porque la mayor parte del tiempo lo único que tienen es puro drama y casi siempre es de telenovela.
Cincuenta Sombras Liberadas no es una película para todo público, de hecho bien podría decirse que es para las 10 o 15 fans de la saga de E.L. James que lo que quieren es ver este final, que tanto se han imaginado, en la pantalla grande.
¿Climax? He tenido mejores orgasmos al estornudar o quitarme la cerilla del interior del oído, delicadamente y con un q-tip, vaya que es delicioso. Este climax más bien se siente como un “pos ya ni modo.”