El Conjuro, la película que dirigió el año pasado James Wan, sirvió como plataforma para realizar spinoffs de los casos que han tenido los Warren… uno de ellos es el de la muñeca diabólica Annabelle. Hay que decir que es una entrada perfecta a esta serie de historias.
Si hay algo que me ha gustado de la onda que trae James Wan es que sus películas se basan mucho más en la historia y sus implicaciones para asustar, que el típico recurso de hacer saltar a la audiencia con la técnica de aumentar el sonido de golpe. En Annabelle se mantiene la tradición y eso es excelente.
La historia se centra en una joven pareja (Annabelle Wallis y Ward Horton) que está por tener un hijo… Por azares del destino (o más bien muy mala suerte) viven a lado de una pareja ya más experimentada que tiene una hija que se dio a la fuga con un grupo de satánicos. El día que menos se lo esperan regresa la chica para asesinar a su padres y de paso también a ellos… Pero no lo logran y es allí que el mediante un ritual de sangre queda poseída la muñeca.
Hay que destacar el mal gusto en muñecas que tiene la protagonista, pues de su colección es de donde sale la famosa Annabelle. Aunque plantea algo interesante… ¿Qué tal si hubiera sido un Furby? No voy a tirar más spoilers, y aunque lo que he remarcado sucede dentro de los primeros cinco minutos, es mejor que le eches un ojo a la cinta.
Admito que a veces la trama comienza a ponerse muy lenta, pero casi como leyendo la mente de la audiencia que estaba por irse por un refrigerio o meterle mano a la novia, de nuevo retoma ritmo y saca sus mejores armas: un suspenso electrizante y un terror puro.
La moraleja de la historia es: «Si una muñeca se ve maldita, posiblemente esté maldita.» Es algo que todo mundo tiene que tener en cuenta a la hora de elegir juguetes para sus hijos. Es en serio… Luego están esos Furbies que son diabólicos de fábrica…
Otra cosa que me gustó mucho es que cuando están por caer en los típicos clichés del cine de terror, les dan una vuelta y sueltan detalles que realmente son distintos en este tipo de cintas. Hasta cierto punto me recordó a El Bebé de Rosemary que dirigió Roman Polansky, pero aquí tiene elementos que son hasta cierto punto modernos.
El trabajo de dirección de John R. Leonetti es muy bueno y el guion de Gary Dauberman es innovador y mantiene una línea muy marcada de estilo en el cual lo más importante es meter al público a la película y que tome una postura. Es decir, hace que te importe el bienestar de los protagonistas.
Lo que si hay que mencionar es que no es la mejor película de terror de todos los tiempos. Cumple su cometido, pero será difícil que se pueda igualar con clásicos del género como Chucky… aunque estaría cool que hubiera un crossover entre ambas cintas.
Si te gustó El Conjuro y no te quieres perder nada de lo que salga sobre ese universo, definitivamente tienes que echarle un ojo a Annabelle. Igualmente, si te gustan las películas de terror esta merece una visita en el cine. Si vas con tu pareja y no te interesa ver la película… También podría ser, aunque hay otras opciones que van más acorde. Si buscas una obra maestra de la cinematografía moderna… Me atrevería a decir que estás intentando hacer en la bacinica equivocada.