¿Qué pasaría si un día mezclaras Gladiador, Titanic y la película de desastre más nueva de Roland Emmerich? Posiblemente después de mucho cortar y pegar obtendrías Pompeya.
Esto no significa que sea una película mala (posiblemente si lo sea) pero hay que apreciarla por lo que trató de hacer en pantalla. De hecho me sorprendió bastante lo mucho que me estaba riendo en el cine durante las escenas menos apropiadas, cualquiera que transforme una escena dramática en un chiste merece cierto reconocimiento.
Pero bueno, la historia de Pompeya se centra en El Celta (Kit Harignton) y su historia comienza en Britania, cuando el ejercito Romano apaciguó la rebelión causada por su pueblo. Matan a su familia y a todos los demás y solo lo dejan a el vivo… el malo que hizo todo esto es Kiefer Sutherland. Después de que logra salir vivo de esto lo atrapan unos mercaderes y lo convierten en un Gladiador. Cualquier semejanza con Conan es pura coincidencia.
Después de eso y por ningún motivo aparente, El Celta (su nombre real es Milo, para que entiendas el contraste) resulta ser uno de los mejores Gladiadores en la historia y sigue su ascenso hasta que llega a Pompeya en donde conoce a Cassia (Emily Browning) y la enamora quebrando el cuello de un caballo (sic). Después El Celta llega a la arena, en donde entablará una relación (bromance) con Atticus (Adewale Akinnuoye-Agbaje).
También salen Jared Harris y Carrie Anne-Moss en papeles secundarios. ¿Qué tiene todo esto que ver con un volcán haciendo erupción y dejando en cenizas a toda una ciudad y su población? Sencillo: si no contaran esto, la película duraría 15 minutos y solo serían puros efectos especiales.
Paul W.S. Anderson logró hacer una película de desastre con un presupuesto bajo y esa es la magia de este director. Inclusive tiene 3D y toda la cosa. El elenco no es para nada malo, y si te gusta la cara extraña de Emily Browning entonces esta es la película que estabas esperando.
La trama es sumamente ligera pero entre los escombros dejados por el filme se puede rescatar algo sumamente importante: tu eliges como enfrentar el momento de tu propia muerte. Siempre llega el día de la muerte y queda en cada quien decidir si lo enfrentará con valentía y amor, o simplemente se acobardará y tratará de que no suceda (sin hacer consciente que el final es inevitable).
También está el tema del amor… Pero como todo sucede de una manera sumamente básica y sin profundidad el mensaje es: el amor dura hasta el final… o algo así de cliché.
Tomando en cuenta ese mensaje la película no es mala pero su problema es que no es memorable. Esto lo puedo explicar por la gran cantidad de escenas que tomaron de otras tantas películas que si fueron memorables y que se recuerdan hasta este momento.
Me hubiera gustado que la película tuviera más profundidad con los personajes y mínimo con el romance, pues todo parece suceder en un lapso no mayor a cinco minutos. A cualquiera le gustaría tener esas habilidades de ligue que presenta Kit Harington (desde ahora conocido como «El Matacaballos»).
Si no tienes mucho que hacer y te gustan las películas con efectos visuales impresionantes, eres fan de Juego de Tronos (por Harington) o te gusta Emily Whatshername, entonces no te puedes perder Pompeya. Si no es así… Algún día saldrá en TV abierta y ya podrás verla sin gastar tanto. O si te invitan acepta.
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