Si ya viste Snatch o Rocknrolla entonces esta película no te impresionara. Es mas, yo diría que hasta te aburrirá si lo tuyo es el cine de acción al estilo británico, donde el humor es medio Tarantinesco, y la trama complicada de seguir si no tienes tu atención al 100.
Protagonizada por Matthew McConaughey, Charlie Hunnam y Hugh Grant, esta historia se cuenta en menos de cinco minutos: Un mafioso quiere deshacerse de su imperio para vivir de lo que le paguen por su fortuna adquirida en ganja.
He ahí el detalle. el filme no dura cinco minutos, sino que se extiende por un buen rato, lo cual me hace pensar que Guy Ritchie cree que por hacerla de emoción contando paso a paso como sucede esa venta mortal de cientos de territorios mafiosos, la película en si sera impactante y con muchas risas de por medio.
Lamentablemente a los primeros quince minutos de la cinta yo ya estaba impaciente por saber de que iba realmente el filme. Para el infortunio de muchos de los que estábamos presentes, todo se dedicaría a Grant contando como es que este gran mafioso británico intenta deshacerse de su vida peligrosa para dedicarse a fumar puros y disfrutar de su familia.
Digo, es como si te dijeran que six flags esta chido y te empiezan a contar como es que esta chido subirse al superman… Le quitas todo el chiste, todo el toque de sorpresa y emoción. Mejor vas por tu cuenta y te enteras de la experiencia en carne propia.
Ese es el problema de The Gentlemen. Todo te lo da el escritor peladito y a la boca, sin importar que la audiencia pierda la atención desde el momento en el que uno de los protagonistas le dice al otro «te voy a contar una historia interesantisima».
Desde ese momento la perdición comienza. Todo el sentido fílmico queda en el olvido y ahora es solo ver desfilar la narrativa de todo lo que vemos en pantalla. Contando que esta haciendo cada personaje, que contexto tiene cada dialogo y explicando de principio a fin como una cosa lleva a la otra para que no te pierdas de ningún detalle, y como es que McConaughey es un genio tanto para los negocios como para la seducción.
Los momentos de humor no son tan buenos porque prácticamente te cuentan el chiste explicado para que paradójicamente no te rías. Sobre todo es notorio cuando Colin Farrell aparece en escena, tratando de interpretar a un tipo rudo y sin escrúpulos que decide formar parte de la trama para darle ventajas a los protagonistas y al mismo tiempo contar chistes explicados…
En si, Los Caballeros es una de esas películas que olvidaras de que trato a los días pasados de verla. Y esto se debe a que le quitan todo el jugo y la esencia de las cosas mientras va sucediendo la trama. Como si te dijeran «puedes ver pero no tocar»; «puedes tocar pero no probar»… y así, de manera interminable teniendo al escritor interrumpiendo la experiencia explicando lo que esta pasando.
La falta de recursos creativos y la oportunidad desaprovechada de Ritchie es considerable, tomando en cuenta que es un cineasta que hace filmes no muy seguido que digamos.
Con el fiasco que sera en el inconsciente colectivo, deberá de repensar lo que quiere contarle a su publico para no caer en el perjurio cinematográfico si tal cosa existe.