La primera vez que jugué Warcraft fue cuando salió Warcraft III: Reign of Chaos en 2002… Me encantó. Fue como darle un nuevo giro a todo lo que ya había introducido Age of Empires (fue lo primero que jugué del tipo), además de que le metieron mejores gráficas.
Después de allí la saga despegó con World of Wacraft, un Massively multiplayer online role-playing game, juego que jamás llegué a jugar porque requería una suscripción pagada y la verdad es que no tenía dinero para pagarlo y pedírselo a mis papás… Había cosas mejores.
El punto es que esta saga fue sumamente exitosa (y sigue siéndolo de cierta forma) y por fin Jalibud ha decidido que es el tiempo de que haya una película. Así llega Warcraft: El Primer Encuentro de Dos Mundos, dirigida por Duncan Jones, una cinta basada en la historia que narran los juegos de vídeo.
Y allí reside su mayor problema. La historia te suelta de golpe en un momento trágico en la existencia de los Orcos, en donde su líder está intentando abrir un portal para cambiarse de mundo, pues el que tienen ya lo han destruido. Para eso absorben la vida de criaturas indefensas y sus esclavos.
El chiste es que envían a sus mejores guerreros para que conquisten el otro mundo, donde habitan los humanos, para capturarlos y aplicar la misma absorción, pero ahora para que el resto de su prole llegue a poblar este nuevo mundo. Así se las dan estos cabrones en toda la película, hay intrigas y demás… Pero el problema es que ninguno de los personajes es desarrollado en su totalidad.
Tenemos a Garona (Paula Patton), un híbrido entre orco y mujer que es rescatada de su esclavitud. Nunca se sabe como es que un ser así puede existir, aunque posiblemente la respuesta sea «por arte de magia.» También está Lothar (Travis Fimmel), el chingón de la película, cuya única misión es proteger al reino.
Está el Rey interpretado por Dominic Cooper, una figura sumamente gris y con poco seso que esperaba muriera en los primeros 30 minutos de la cinta. No lo hace para desgracia de todos.
El único personaje medianamente desarrollado es Khadgar (que cada que lo dicen suena a «cagar») que interpreta Ben Schnetzer. Él es un aprendiz de mago que dejó la universidad por motivos no conocidos. Pero quien se lleva las palmas con personaje menos desarrollado de todos es Medivh, el Guardián interpretado por Ben Foster, quien termina siendo la clave de toda la trama… aunque nunca demuestra motivos claros para sus acciones.
A la cinta básicamente le hizo falta extensión, más tiempo para estirar las piernas. Por lo que hemos reportado aquí en Cinergetica, la versión original tenía 40 minutos extra. Posiblemente ese es el tejido conjuntivo que necesita esta película para ser una gran cinta… Eso quiero pensar, porque como está actualmente se siente inacabada. No termina en nada y parece el preludio de algo mucho más importante, el problema es que no se sabe que podría ser.
También el rollo está en que se mueven de paisaje en paisaje en un abrir y cerrar de ojos. Simplemente se teletransportan de un lado a otro y eso hace que todo parezca que va en cámara rápida. Otra cosa que tampoco me gustó es que muestran locaciones muy interesantes que sólo están presentes por menos de 30 segundos… ¿Para qué molestarse?
El problema es que en EUA no ha hecho buena taquilla. De momento quien está salvando el asunto es China, pero realmente es una mala idea dejar todo en manos de eso. Es prácticamente un volado que continúen con la saga y eso me requeteencabrona. En algún lado hay una buena película dentro de Warcraft: El Primer Encuentro de Dos Mundos, pero por decisiones pendejas por parte de quien sea, mocharon la historia.
Pero bueno, igual y en Blu-Ray sacan la versión del director y eso mejora las cosas. En cuanto al aspecto técnico, la dirección es genial sobretodo en las escenas donde los magos usan magia. Eso en conjunción con los efectos visuales hacen una mezcla perfecta que bien vale la pena. Las actuaciones son buenas pero a momentos como que los actores se dan cuenta de lo que hacen y se salen de ritmo. La elección del elenco no fue la más acertada…
¿Vale la pena? Si, pero no como para gastar más dinero en verla en salas premium o 3D… aunque igual si la sacan en 4DX sería una experiencia interesante. Pero no, no hay que dar lana a quien corta tiempo de película por meter más funciones al cine. Mejor échale un ojo cuando esté barato el cine o ya de plano en formato casero… a menos que seas súperfan de Warcraft.